Hace unos días, mi amigo Julio me invitó a un entretenido partido en el club Miraflores contra Cristina Arregui y Beto, para ir despidiendo una inolvidable y larga etapa del club Miraflores y empezar a comprobar los importantes cambios estructurales y de funcionamiento que ya está transformando a este club, que intuimos va a conseguir ser de nuevo un club referente en Málaga. Trabajo, ilusiones, profesionalidad, tiempo, trabajo y más trabajo no le va a faltar a este club para conseguir sus objetivos.
Espero que la foto de las pistas que tomé pase a ser historia en breve y que el crecimiento que ya apreciamos en la asistencia de usuarios al club se refrende con los activos básicos del nuevo club: la mejoría en las instalaciones y el servicio profesional que van a dar Patri Mowbray y su equipo de profesionales.